Con miras de ampliar sus instalaciones, el Estado Francés adquiere dos propiedades colindantes a su Embajada, para ubicar allí las oficinas del Servicio Cultural. Ya que estos inmuebles forman parte del ‘Conjunto Monumental Histórico’ del Casco Viejo, la renovación puso especial cuidado en respetar las fachadas existentes, conservando su estilo original.