Situada en las exuberantes faldas de un cerro, la casa se atomiza en diferentes partes para adaptarse mejor a la inclinada topografía. Estos ‘componentes’ se posan sobre el terreno y lo enmarcan, creando ‘cuartos’ exteriores y encuadrando vistas fantásticas hacia El Valle de Antón, el cerro Cariguana y las Tres Marías.